El movimiento “Saharauis por la Paz”, que lidera el carismático Hach Ahmed no tiene ni dos semanas de fundado y ya es blanco de las iras del fracasado Frente Polisario, que se autoproclama “único representante del pueblo saharaui”.
Hach ha recibido innumerables agresiones verbales de ese frente y calificaciones irreproducibles de sus cabecillas, porque saben que es un líder nato con ascendencia en la maltratada población de Tinduf; y, además, porque es una verdadera alternativa al anquilosado frente, plagado de corrupción, totalitarismo, y cuyos patrones viven como magnates.
En contraste, la población de Tinduf, en el territorio argelino, vive en condiciones inhumanas, aislada del mundo, violentados sus derechos humanos y sin poder reunirse con su familia.
Son 45 años de frustraciones del Polisario, títere del hegemonismo argelino, y que ha sido incapaz de buscar una salida para los pobladores de Tinduf. En realidad, son capaces, pero intransigentes y no dejan a las Naciones Unidas alternativas para una solución.
Con la presencia del movimiento presidido por Hach, se derrumba la leyenda, el mito, el cuento chino que el Polisario es el único representante de los saharauis. Efectivamente, en más de 45 años de existencia del frente, la población retenida en los campamentos nunca ha experimentado la experiencia democrática que pueda dar lugar a cualquier tipo de representatividad, el Polisario ejerce, única y exclusivamente una gestión completamente totalitaria y hermética donde el control de la movilidad, de concentración o de crítica es ejercido doblemente tanto por sus milicias como por los servicios de inteligencia de Argelia.
Uno de los aspectos más importantes para comprender este diferendo regional es el tema de la representatividad. En este sentido, el Polisario y su titiritero Argelia, cosecharon una nueva derrota diplomática cuando el Comité de los 24 de la ONU invitó a los representantes electos del Sáhara marroquí en los trabajos de su seminario regional que tuvo lugar en Granada, del 02 al 04 de mayo de 2019, así como la sesión de fondo que se llevó a cabo en Nueva York del 17 al 28 de junio de 2019, y no a los dirigentes del Polisario.
Cabe recordar que ninguna resolución de la Asamblea General, ni del Consejo de Seguridad, ni tampoco los informes del Secretario General de las Naciones Unidas reconoce al Polisario una representatividad exclusiva.
Por ello, Hach envió una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, poniéndose a su disposición “con vistas a la solución pacífica”, en “paz, justicia, concordia”, como dice su lema.
En una entrevista a Yabiladi, Hach Ahmed expresa que su movimiento busca contribuir a una solución de paz. “Esta es nuestra razón de ser como movimiento. Buscamos solución y paz como el sediento que busca agua en el desierto. Es una oportunidad para el pueblo saharaui. Después de medio siglo de guerra, exilio, dificultades y muros, tiene derecho a un período de tranquilidad. La paz rompe los muros militares, reabre fronteras y reúne familias divididas y, por supuesto, traerá prosperidad y bienestar al pueblo saharaui. También es el fin del exilio, el ejercicio y el pleno disfrute de sus derechos. Creo que es hora de que cambie el destino del pueblo saharaui”. Frases bellas, profundas y para el estudio.
En cambio, el futuro del Polisario es lúgubre, el movimiento “Saharauis por la Paz”, es su principio del fin, el acta de su defunción, aunque hay que reconocer que la población de Tinduf es rehén del Polisario: En algún momento las Naciones Unidas paralizarán las negociaciones, porque no se puede conversar con los secuestradores, ni con entes espectrales.
Más claro, la población de Tinduf no está considerada como refugiada, ni el Polisario es calificado como un movimiento de liberación por la ONU, porque sabe que no es independiente y supervive gracias al Gobierno argelino.
Hach Ahmed es una persona de principios y pragmática, el indicado para iniciar unas conversaciones de paz y transparentes, la auténtica alternativa, y por ello se ha convertido en el más peligroso adversario del Polisario. Desde ya, hacemos responsable a este grupo bandido de cualquier atentado contra la integridad física de Hach.
Fuente: Vicepresidente de la Federación de Periodistas del Perú. Analista internacional / Prensa21