La relación entre la Unión Europea y Marruecos está llamada a dar una perspectiva política clara a las ambiciones de cada socio, y a trascender las nociones de «nosotros y ellos», afirmó este lunes el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes residentes en el Extranjero, Nasser Bourita.
«El concepto de vecino puede ser engañoso porque crea una mentalidad distorsionada de ‘nosotros y ellos’. La PEV (Política Europea de Vecindad) renovada debe trascender estas nociones y ofrecer una perspectiva política clara que aborde los desafíos pero que también ofrezca respuestas a las ambiciones de cada socio», subrayó Bourita en una entrevista publicada este lunes por «The Parliament Magazine».
Tras señalar que la colaboración en materia de política de migración de seguridad es sólo un aspecto de las numerosas dimensiones de la relación entre la Unión Europea y Marruecos «ya que ahora nos enfrentamos a amenazas híbridas además de las tradicionales», subrayó el imperativo de seguir el compromiso positivo en la cuestión de la movilidad y la migración.
«En el marco de la visión de Su Majestad el Rey Mohammed VI, el Reino ha sido un socio fiable y responsable, y se ha comprometido a seguir reforzando nuestra coordinación y nuestra acción política en torno a estos desafíos (…) que son comunes a ambos lados del Mediterráneo», dijo.
Como país de origen, tránsito y destino, atravesado por una de las principales rutas migratorias del Mediterráneo, explicó, Marruecos ha tratado de desarrollar un diálogo constructivo destinado a desmitificar la migración, especialmente porque «de cada 100 migrantes internacionales en el mundo, menos de uno es un migrante africano irregular».
Bourita se mostró firmemente convencido de que la migración, lejos de ser un obstáculo para el desarrollo, es una poderosa palanca para el desarrollo cuando es «segura, ordenada y regular», como se acordó en el Pacto de Marrakech sobre la Migración de 2018.
Y es precisamente porque considera la relevancia estratégica innegable de la PEV que Marruecos tiene interés en «su revisión completa», continuó.
«Creo que es necesario repensar la forma en que abordamos la complementariedad y la solidaridad. Tenemos la oportunidad de impulsar algunos ajustes esenciales, empezando por construir sobre los valores y la confianza compartidos e ir más allá de la lógica simplista basada únicamente en la geografía», sostuvo.
En su opinión, el actual enfoque «a la carta» es un proceso restrictivo de la promesa de la asociación ambiciosa entre Marruecos y la UE.
Preguntado sobre el papel que puede desempeñar Marruecos, junto con la UE, en los planes de recuperación post-Covid 19, el ministro señaló que el contexto mundial actual de la pandemia, que ha desencadenado crisis económicas y sociales, incita a los socios más cercanos y estratégicos a actuar conjuntamente.
En este contexto, señaló, es esencial tener un enfoque geopolítico y darse cuenta de que ser vecino significa compartir los desafíos e impulsar las oportunidades en términos de cadenas de suministro.
«Tenemos suerte de estar tan cerca geográficamente; tenemos suerte de tener modelos y normas económicas similares. La pandemia ha demostrado la vulnerabilidad de las cadenas de suministro complejas y la necesidad de que Europa diversifique sus proveedores. Marruecos tiene ventajas competitivas a este respecto, además de su estabilidad, ubicación geográfica y logística», explicó.
Por lo tanto, concluyó, «necesitamos cambiar nuestras percepciones y hacer evolucionar nuestra forma de pensar, que se centra únicamente en los préstamos y el desarrollo, para trabajar juntos en un nuevo modelo de cooperación que refuerce nuestra resiliencia mutua y cree un área económica de prosperidad compartida».