Hace 30 años en Greenpeace que iniciaron una campaña para hablar del calentamiento global, cuando todavía nadie lo hacía. La lucha ha sido larga e intensa, y a veces hemos sentido que nos fallaban las fuerzas. Pero hoy celebramos contigo una victoria histórica: el fin del carbón en España. Hace unas semanas, la mitad de las centrales de carbón de España dejaban definitivamente de funcionar, y ahora, con el anuncio de la empresa eléctrica EDP del cierre de las centrales térmicas de Aboño y Soto de Ribera (Asturias), las únicas de las que todavía no había noticias, ya tenemos confirmación de cuándo lo harán el resto. Durante estas tres décadas, Greenpeace ha ido teniendo cada vez más fuerza y el carbón menos, pasando de ser la principal fuente de energía eléctrica y de emisiones de CO2 en nuestro país y causando más de 700 muertes prematuras al año, a ver cómo su consumo descendía de manera acelerada. En 1990 éramos 9.000 socios y socias en España y hoy somos más de 140.000 en esta gran familia. En su día comenzamos a lo grande, denunciando al presidente de Endesa, acusándolo de provocar lluvia ácida con su térmica de carbón en Teruel. Organizamos reuniones con políticos y empresas eléctricas, investigaciones y numerosos informes sobre la viabilidad de los cierres para garantizar una transición justa con los trabajadores del sector. Pero, sobre todo, espectaculares acciones: |

Al principio pintábamos las pancartas con amigos y avisábamos a los periodistas desde cabinas con monedas de 25 pesetas. Las imágenes se grababan en cintas de vídeo, que había que distribuir en mano (si no te pillaba la policía). Como no nos hacían caso, empezamos a visitar estas “fábricas de cambio climático” con nuestros barcos. Y si no, pues traíamos un globo. |