- El partido verde recuerda que el ente foral, a pesar de ser el responsable de la gestión de las especies amenazadas, nunca ha tenido un compromiso firme para proteger Salburua y sus especies
- La formación ecologista reprocha a la Diputación que no haya invertido en cinco años ni el 20% del presupuesto total asignado en el plan de gestión de Salburua (que asciende a más de seis millones de euros)
El reciente atropello en la carretera N-104 de un ejemplar de visón europeo, especie catalogada como en peligro de extinción según el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, pone en evidencia una vez más la dejadez de la Diputación Foral de Álava, órgano responsable de la gestión de los espacios naturales y las especies amenazas, respecto a su gestión de los humedales de Salburua y sus especies. EQUO Berdeak considera que este atropello es una muestra más de la gravísima situación que se arrastra desde 2015, año en que se designó a Salburua como Zona de Especial Conservación y se aprobó su plan de gestión: los reiterados incumplimientos por parte de la Diputación para cumplir con las medidas de protección de la flora y la fauna del Humedal.
Y es que, para el partido verde, el hecho de que la Diputación no haya invertido en cinco años ni el 20% del presupuesto total asignado en el plan de gestión de Salburua (que asciende a más de seis millones de euros) tiene consecuencias fatales como el atropello del visón europeo acontecido esta misma semana. “La Diputación Foral de Álava no puede seguir ignorando que Salburua existe y que tiene una responsabilidad como institución gestora. No valen más excusas. Es necesario que el Departamento de Medio Ambiente destine el presupuesto que se contempla en el plan de gestión y que será la única manera de garantizar la supervivencia de los Humedales”, apuntan desde EQUO Berdeak.
Además, EQUO Berdeak pide a Diputación que tome medidas urgentes de calmado de tráfico en las vías que circundan Salburua con limitaciones de velocidad y nuevo balizado que indique la presencia de especies amenazadas. El propio plan de gestión del visón europeo, aprobado por Orden Foral en diciembre de 2003, ya recoge “la identificación de puntos de atropello y su posible corrección o modificación” como una de las tareas a llevar a cabo para garantizar la supervivencia de la especie.