Elkarrekin propone nuevas medidas para evitar el cierre de los mercados de barrio

Vitoria-Gasteiz
  • A finales de este mes cerrará el mercado del Ensanche, un síntoma más de la degradación que están sufriendo los barrios “de toda la vida”.
  • Garbiñe Ruiz pide al Gobierno municipal que tome medidas como ayudas a la rehabilitación y modernización, compatibilidad de usos y una apuesta clara por los mercados frente a las grandes superficies. 

Garbiñe Ruiz, concejala de Elkarrekin Vitoria-Gasteiz (Podemos, Ezker Anitza IU, Equo Berdeak), ha propuesto hoy al Gobierno municipal nuevas medidas para evitar el cierre de los mercados de barrio en Vitoria-Gasteiz. La pasada semana, la prensa local se hacía eco del cierre, a finales de este mes de febrero, del mercado del Ensanche, un mercado de barrio ubicado en las confluencias de las calles Domingo Beltrán y Aldabe. Cinco establecimientos que bajan la persiana y que se ven abocados a buscar un nuevo emplazamiento. Un cierre que supone la pérdida de un nuevo espacio emblemático en un barrio, un lugar de encuentro, de intercambio, de relaciones personales y profesionales. Un cierre que es un síntoma más de la degradación que están sufriendo estos barrios de toda la vida. A la vista está que la situación de los mercados de barrio es crítica.

De hecho, en el informe ejecutivo “Análisis de la situación de los mercados de barrio” que se realizó analizando la coyuntura de los mercados de barrio entre 2005 y 2012, y del que ya han pasado 8 años, los datos acerca de este tipo de comercios, en aquel momento, ya eran alarmantes. La falta de inversión por parte de los propietarios de los mercados, la falta de relevo generacional en establecimientos familiares y de toda la vida, y el cambio en los hábitos de consumo son causas evidentes. Desde 2012, y pasados 8 años, a la vista está que la situación lejos de haber mejorado sigue empeorando día a día.

“Desde Elkarrekin no podemos mostrar de una manera más clara nuestra preocupación ante la constante destrucción del comercio de toda la vida, asociada a la desaparición de nuestros mercados de barrio donde el trato cercano y amable se conjugaba con la calidad del producto y la dedicación y profesionalidad de las personas que nos recibían. De hecho, son estos valores (comercio de cercanía, de calidad y especializado) los que imponen en el Plan de Comercio de este ayuntamiento. Cualidades a proteger, promover y defender por parte de las instituciones. Por desgracia, en los últimos años hemos visto una tendencia radicalmente opuesta en las administraciones públicas. Lejos de fomentar este tipo de comercio, se ha dado vía libre a las grandes superficies y a los centros comerciales, siendo este hecho la puntilla para este tipo de mercados que son los que, de verdad, crean y hacen barrio”, ha señalado Ruiz.

En otras ciudades se observa una tendencia en aumento de la vuelta al consumo en los mercados de barrio. Madrid es un claro ejemplo de ello. La estrategia que están siguiendo estas ciudades es clara: renovar los mercados de barrio para volver a hacerlos atractivos y competitivos, compatibilizar usos e ir más allá de los comercios tradicionales (por ejemplo, un frutería convive con un pequeño restaurante, una carnicería ha pasado de vender carne a ser un puesto de libros, etcétera). La tradición familiar se conjuga con nuevos negocios y se fomenta la cultura a través de conciertos, microteatro o exposiciones en los mismos mercados. En definitiva, “ir al mercado en muchos lugares es una nueva moda, y aquí tenemos una oportunidad como ayuntamiento para fomentarlo, por ejemplo con la renovación de líneas de ayuda a la rehabilitación y modernización de las instalaciones, y también favoreciendo la compatibilidad de usos dentro de los propios mercados”, apunta la concejala morada.

“En resumen, esperamos que el gobierno municipal se ponga a trabajar de forma firme y decidida en esta cuestión, adquiriendo las experiencias que están funcionando en otras ciudades, introduciendo las modificaciones urbanísticas necesarias para compatibilizar los usos comerciales con otros usos culturales y hosteleros, y apostando de forma decidida por la supervivencia de nuestros mercados. Porque no podemos dejar que nuestros mercados de barrio se cierren, por que son la esencia de nuestras comunidades vecinales, son el espacio de encuentro de la vida de barrio y, porque, detrás de la propia actividad económica hay personas y espacios de encuentro que no podemos perder”, apuntilla Ruiz.