Se trata de una propuesta presentada en los tres territorios y en el Parlamento Vasco que propone cambios en el IRPF, el Impuesto de Sociedades y el Impuesto sobre Patrimonio con el objetivo de implantar un sistema que recupere la progresividad y la justicia fiscal para favorecer a las personas con bajos ingresos.
La coalición formada por Podemos, Ezker Anitza-IU y Equo en las Juntas Generales de Álava presentará en el Pleno de mañana miércoles una propuesta de reforma fiscal profunda y armonizada en los tres territorios históricos que supone, en caso de aprobarse, una importante reducción de la carga impositiva en las rentas más bajas y un incremento de los tipos para las más altas, de cara a implantar un sistema basado en criterios de justicia fiscal que acabe con el actual modelo regresivo que privilegia a las rentas de capital sobre las rentas del trabajo. Esta reforma pretende recuperar la progresividad fiscal y la distribución de renta y riqueza en un momento en el que más necesario si cabe que las instituciones vascas desarrollen plenamente sus capacidades fiscales para hacer frente a los retos de país a consecuencia de los graves efectos de la crisis sanitaria provocada por el covid 19, que obliga a que las administraciones públicas aumenten su capacidad de gasto para liderar la recuperación y la transición ecológica.
El impacto de la reforma del IRPF que plantea Elkarrekin Podemos supondría a efectos prácticos que una persona con dos descendientes a cargo y rentas de 20.000 euros anuales procedentes del trabajo vería reducida la carga impositiva en un 40% al pasar de tributar 4.468 euros a 2.649 euros. Asimismo, aquellos hogares monoparentales con un descendiente y rentas anuales procedentes del trabajo de 22.000 euros
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tributarían únicamente un 35% de la actual cuota al pasar de tributar 4.121 euros a 1.440 euros.
Esta bajada de tipos de gravamen para rentas bajas se acompañaría de una subida de tipos para rentas altas en dos puntos e introduciría un nuevo tramo para rentas muy altas. Entre las diferentes medidas, la reforma plantea incluir un tramo adicional superior a 304.000 euros con un tipo marginal del 51%, aumentando también un punto porcentual los tramos superiores a 134.000 y 184.000 euros.
Se mantendrían también las deducciones por alquiler de vivienda para rentas del trabajo inferiores a 40.000 euros, y se asimilaría el tratamiento al que reciben las familias numerosas para las familias monoparentales.
En relación al Impuesto sobre Sociedades, la reforma plantea armonizar el tipo mínimo para igualarlo al vigente en el territorio de régimen común en el 25% abriendo la vía para que las Juntas Generales lo eleven hasta el 28%. Además, se propone establecer un tipo efectivo del 18% y suprimir privilegios fiscales que favorecen al rentismo, como el régimen tributario especial para las entidades con actividad cualificada de arrendamiento de inmuebles.
Esta reforma que plantea Elkarrekin Podemos también propone importantes cambios en el Impuesto sobre Patrimonio con el objetivo de recuperar esta figura impositiva marginal a día de hoy, como un instrumento de mejora de la distribución. Así, la escala se haría más progresiva con un tipo de gravamen máximo de 3,5% para los patrimonios netos superiores a 10 millones de euros, 3% para los superiores a 5,8 millones de euros y 2,5 para los de 2,6 millones de euros. Igualmente, el mínimo exento se reduciría de 800.000 a 600.000 euros. A este respecto, dado que la vivienda habitual sigue exenta hasta un valor de 400.000 euros, la mayoría de los hogares seguirían sin tributar por este impuesto.
En cuanto al Impuesto sobre Actividades del Juego, la coalición en Juntas Generales propone una importante subida en la tributación de los locales de apuestas deportivas, juegos de azar y empresas de apuestas online, al entender que el juego es una actividad no esencial que va en contra de la salud pública con efectos indeseables para la sociedad, por lo que está en el interés general no solo su adecuada reglamentación, sino también la introducción de desincentivos económicos que mermen la rentabilidad de estos negocios y ayuden a contener su expansión. Una de las herramientas que puede contribuir a este propósito es la fiscalidad, no con la finalidad de recaudar más, sino con la de desincentivar esta actividad e incluso conseguir la desaparición de los locales de apuestas en nuestro territorio.