DERECHOS HUMANOS, SAHARA Y POLISARIO. El informe DHSF

Internacional

Por: Prof. Rafael Pizarro H.
Fuente de Chile. www.revista.elsiete.cl

Derechos humanos sin fronteras no deja de sorprender. Quienes trataron de enmarcar a esta nueva institución de los DDHH en los marcos tradicionales de izquierda o derecha se han equivocado rotundamente como demuestran los trabajos publicados sobre Venezuela, Argelia y el Sahara.
Que se afirme en un informe público que la principal causa del desabastecimiento alimenticio y falta de medicamentos en tiempos de pandemia en Venezuela es provocado por el bloqueo económico y sanitario impuesto por EEUU, además de revelar claras inconsistencia en el primer informe sobre el estado de los DDHH en este país por parte de la alta comisionada de la ONU Michelle Bachelet, es realmente nuevo en instituciones de este tipo, lo que ha generado ataques en contra de DHSF por dirigentes opositores de ese país llegando, cercanos a María Corina Machado, a calificar de “pro cubano” y financiado por Maduro el informe.

Después de leer 3 veces lo referente al Sahara y como sentimos algunas culpas en todo lo que tenga que ver con el atropello a los DDHH en campamentos de Tinduf, considero un deber ético y moral dar a conocer algunas reflexiones sobre este informe.
Lo primero es la grata sorpresa de ver a ex miembros del Polisario denunciando atropellos, crímenes y robos que perpetra la directiva de este grupo con la tolerancia de Argelia.
Se trata, como dice el informe, “de cuadros político militares”, muchos con adiestramiento y preparación en Cuba, sobre quienes solo puedo expresar admiración y respeto. Son personas probadas que, sin renunciar a sus principios, buscan lo mejor para quienes han sufrido violaciones, torturas y asesinatos en los campamentos de Tinduf.

La carta de la esposa de un ex alto dirigente del Polisario al presidente de Argelia, es sobrecogedora, pues no solo se trata del dolor de una familia cuyo esposo y padre hoy es un detenido desaparecido, igual que miles en Latinoamérica, sino también un golpe fuerte para quienes, en algún momento, creímos en esa lucha libertaria que al final no era tal y resulto ser un fraude y una estafa.
Aquí no estamos hablando de “agentes financiados por Marruecos”, sino de personas que creyeron en un proyecto, se jugaron la vida por este y que, por el solo hecho de hacer preguntas sobre el manejo político y económico del polisario, pasaron a ser sospechosos y “colaborar con el enemigo”, como es el caso de los 3 jóvenes procesados por tribunales militares del polisario, dentro del territorio de Argelia donde, como muy dice el informe, es el gobierno de este país quien debe responder ante la comunidad internacional por los crímenes que se cometan en su territorio.
Rashid, nos trajo recuerdos personales de las cárceles secretas que mantenía la dictadura de Pinochet en Chile. Es desgarrador cuando una de las victimas dice:
“Todos nos sentimos heridos y ultrajados en nuestra dignidad y honor, todos nos sentimos víctimas de la peor ignominia como seres humanos y, como saharauis, nos sentimos moralmente culpables y en deuda mientras no honremos la inocencia y dignidad de las víctimas, mientras no apartemos y juzguemos a los responsables de tan horrendos e imperdonables crímenes”. “Ha quedado evidente de que se trató de una masacre ejecutada con premeditación por un grupo de altos responsables y sus subordinados”. Entendemos y nos sentimos parte de ese dolor.

El robo de ayuda humanitaria, denunciado por la Oficina Europea de Lucha Contra el Fraude (OLAF), que confirma el mal uso de ayudas para los campos de refugiados que llegan desde Europa al puerto argelino de Orán, donde están implicados civiles y militares de Argelia coludidos con la cúpula del frente Polisario, es un verdadero crimen de lesa humanidad. Sobre Aminatou Haidar ya nada sorprende. El informe es certero en criticar la ligereza con que se entregan algunos premios, como es el caso del nobel alternativo, creado para defender el medio ambiente, pero el año 2019 lo recibe Haidar por “defender los DDHH en el Sahara”. Una vergüenza.
Nos enteramos que el vocero del polisario dice que: “DHSF es un organismo de fachada de Marruecos” y que lo dirige “un ex colaborador de los servicios de inteligencia de Pinochet”. Hay que tener la cara muy dura para descalificar a la única institución de los DDHH que ha mostrado objetividad sobre Venezuela, (reconocido por la asamblea nacional constituyente de ese país) y que Silva dice o decía defender; calificar de organismo de fachada a una institución que nace con el ejemplo de madres y abuelas de plazo de mayo y descalificar como colaborador de Pinochet a las víctimas del dictador.
Silva no lo nombra, pero suponemos que se trata de Juan Carlos Moraga Duque, el funcionario de confianza más joven del presidente Allende. El mismo que después del golpe se queda en la clandestinidad durante un año con otro nombre, sale al exilio y regresa clandestinamente, es detenido, torturado, encarcelado y condenado por tribunales militares a 16 años de cárcel por ingreso clandestino al país. Silva no tiene ni uno solo de estos antecedentes y hasta ofende el uso que hace del nombre del presidente Allende al utilizar su nombre para un movimiento fantasma, tan irreal como su rasd, sin representación de ningún tipo y despreciado por la izquierda histórica de Chile, los movimientos sociales desde donde se le expulsa, al igual que las mujeres que en Santiago, al reconocerlo, lo han insultado y desenmascarado por aprovechador y sinvergüenza. Que sea Silva quien distribuye los ataques en contra de DHSF, compartiendo estas descalificaciones con neo fascistas que la descalifican por el informe sobre Venezuela, es la evidencia que Derechos Humanos Sin Fronteras lo ha hecho bien y que su imparcialidad queda demostrada al no hacer valoraciones sobre política interna de los países y no aceptar injerencia de nadie en sus asuntos internos. A diferencia de otros, se refiere solamente a quienes violan los DDHH, como ocurre en los campamentos de refugiados que administra el polisario en Argelia, de lo que Silva se aprovecha y, por ello, también es cómplice de los crímenes que allí se cometen, por lo cual debiera responder y ser procesado, al igual que los dirigentes del grupo.
Amigos me han comentado las fuertes presiones ejercidas para que este informe no conociera la luz, al igual que amenazas subliminales en contra de quienes lo elaboran o distribuyen. Pienso que el matonaje de este tipo ya no tiene valor, puesto que quienes amenazan son personas descalificadas ética y moralmente, lo que no merece mayores comentarios.
En cuanto a DHSF, ojalá siga por el camino trazado y que cuente con los apoyos necesarios para cumplir su hermosa labor. Que nunca pierda de vista que los derechos humanos son universales y deben ser defendidos donde quiera estos sean violados, cuestión que, hasta ahora, DHSF lo ha cumplido