
Por Nélide Garimez (autora “Juzgado de Familia, un viaje al infierno”
¿Quiere usted que la JUSTICIA de este país funcione, resuelva y esté al servicio de quien la financia o prefiere que siga como hasta ahora?
¡Extra! ¡Extra! Llamada a todos los ciudadanos de este país: El Ministerio de Justicia ha lanzado – y nunca mejor dicho– una consulta pública sobre el anteproyecto de ley de medidas procesales, tecnológicas y de implantación de medios de solución de diferencias, la tienen disponible en el https://ficheros.mjusticia.gob.es/Consulta_publica_APL_MEDIDAS_PROCESALES_solucion_diferencias.pdf
Vaya por delante mi petición de participación a todo el mundo, no vaya a ser que la conclusión del Ministerio sea que lo que queremos es seguir como hasta ahora… Claro que para eso tendríamos que saber cómo estamos ahora, pero saberlo de verdad, llamando a las cosas por su nombre y cuantificando a las cosas por sus cantidades.
Busqué el documento con gran ilusión y después de leerlo “me sobrevino el desconcierto como una ola desprevenida” (pág. 72 de mi libro), pues no encontré ni una sola vez la palabra MEDIACIÓN y la busqué y la busqué pero se me estampaban una y otra vez los intentos en las paredes de ese laberinto dialéctico para llamar a la Mediación de otra manera, y no alcanzo a comprender ese esfuerzo en pintar de abstracto algo tan concreto, ordenado, regularizado y puesto ya en marcha, y recientemente reconocido darle un impulso, (sin entrar en detalles, tenemos la ley del 5 del 2012, y el anteproyecto de impulso a la mediación…y muchos más antecedentes y precedentes).
También me produjo desorientación y un poco de vértigo el darme cuenta qué me están preguntando por mi opinión del cambio de algo cuando no están contado como está realmente, así pues, yo tengo también preguntas, mire usted, hay que ver como soy, creo que para opinar debo conocer, digo yo ¿no? Sino estaré contestando “a ciegas” como la señora esa de la balanza. Pues yo, que estoy en mi casa y no en un pedestal, y no tengo una venda en los ojos, y, de momento, no tengo una mordaza en la boca, querría preguntar:
- ¿Cuál es la situación real?, ¿Cuál es la previsión?
- ¿Cuántos casos? ¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto cuesta?
Yo no voy a dar datos porque no soy fuente autorizada, solo quiero animar a los lectores que los pidan conmigo, algo he oído de que cada vista cuesta ¿5.000 euros, es más o es menos?, ¿de qué se están produciendo 15.000 pleitos semanales, ¿o eran diarios, o mensuales…? ¿Que aún no se han dado salida a los asuntos de marzo o era abril? ¿O va según comunidades o distritos?
Este cuestionario da a entender que la situación en la justicia debe ser de crisis alarmante, como la del virus, pues, ya sabemos cómo se dan las cifras, nº de afectados acumulados, nº casos nuevos por día, nº de casos resueltos, nº de reincidentes, nº de horas de espera para ser atendido, nº de días de resolución… y esto es necesario porque si se mira de cerca con este sistema que tenemos uno se da cuenta que un proceso judicial de una pequeña disputa familiar, a poco que se pongan los abogados, puede ser algo así:
¿Cuánto cuesta este despropósito? Hablemos solo de euros, de costas, de minutas, de horas de trabajo perdidas de las víctimas y de horas de funcionarios de justicia.
De los daños colaterales emocionales y familiares y psicosociales, hablamos otro día, si los lectores quieren, yo encantada, ese tema me lo sé muy bien.
Como solo nos quedan unos días para entregar las respuestas, mientras van preparando los datos, yo me voy a poner a completar el cuestionario con mi mejor intención y con una ingenua ilusión de ser escuchada les pido a los del ministerio que cuenten conmigo para sus comisiones, aunque no sea letrada, ni condecorada, aunque mi apellido no resuene. Cuenten conmigo, por favor, como una ciudadana desconocida, como una víctima inocente, como una mediadora consecuente, como una orgullosa contribuyente que mantiene con sus impuestos y con el sudor de su frente los sueldos de sus señorías y de toda su judicial gente.
P.D. La mediación también existe.